Para muchas personas, acudir al dentista puede generar altos niveles de ansiedad, temor e incluso fobia. Esto hace que pospongan sus revisiones y descuiden su salud bucal. Afortunadamente, con la ayuda de la sedación consciente, hoy es posible tratar a este tipo de pacientes de manera segura, tranquila y sin dolor.

¿Qué es exactamente la sedación consciente?

Se trata de una técnica utilizada en odontología para inducir un estado de relajación en el paciente mientras permanece despierto. A diferencia de la anestesia general, el paciente no pierde la consciencia, pero sí experimenta una sensación de calma que reduce significativamente el estrés y el miedo.

 

Durante este estado, la persona puede responder a estímulos verbales y físicos, aunque se encuentre en una especie de somnolencia controlada.

Formas de aplicar la sedación consciente

Esta técnica puede administrarse de varias maneras:

 

  • Vía oral: mediante la toma de medicamentos antes del procedimiento dental.

  • Inhalación: a través de gases como el óxido nitroso, también conocido como “gas de la risa”.

  • Vía intravenosa: se introduce el sedante directamente en la sangre. Suele utilizarse en tratamientos complejos o prolongados.

¿Cuándo se recomienda su uso?

La sedación consciente puede ser una excelente opción en los siguientes casos:

 

  • Fobia intensa al tratamiento dental

  • Reflejo nauseoso muy pronunciado

  • Pacientes pediátricos con dificultad para colaborar

  • Procedimientos largos o que requieren precisión

  • Movimientos involuntarios del paciente

  • Condiciones médicas o psicológicas que dificultan la atención convencional

Falsas creencias sobre la sedación consciente

❌ “Es un procedimiento riesgoso”

Realidad: Se considera muy seguro, ya que se lleva a cabo bajo la supervisión de personal médico capacitado que controla constantemente los signos vitales del paciente.

❌ “No es adecuada para niños”

Realidad: Se utiliza con frecuencia en niños pequeños que sienten miedo o no pueden permanecer tranquilos durante una consulta, y se adapta perfectamente a sus necesidades.

❌ “Después puedes conducir sin problema”

Realidad: Aunque el paciente está despierto, sus reflejos pueden verse alterados por unas horas. Por eso, se aconseja no conducir ni realizar tareas que requieran coordinación tras el procedimiento.

❌ “Te quedas completamente dormido”

Realidad: En este tipo de sedación el paciente no pierde la consciencia, simplemente se encuentra muy relajado y con una sensación de sueño ligero.

❌ “Cualquier dentista puede administrarla”

Realidad: Debe ser aplicada por un anestesiólogo o profesional debidamente cualificado, con conocimientos específicos para garantizar la seguridad del procedimiento.